Cihuacoatl (del nahuatl: mujer serpiente) Pescayre (del occitano: pescadorcito pero tomo en cuenta su significado fonético que defino como pez del aire) es un monstruo fantástico. Este espectáculo es una invitación a mi mundo imaginario. Resultado de una unión improbable entre Cihuacoatl (divinidad mexicana mitad mujer, mitad serpiente) y mi familia Pescayre, este personaje de piernas viscosas se arrastra en el suelo. Nos recuerda también a las Naginis, seres de las Indias mitad mujer, mitad serpiente que vivían bajo tierra y en las aguas.
En este espectáculo, mi monstruo realiza un rito de iniciación. Cihuacoatl Pescayre quiere volar, pero sus piernas de serpiente se lo impiden. Desea que sus piernas muten como verdaderas serpientes y se conviertan en alas. Descubre el alambre, que separa a la tierra del cielo y quiere usarlo para liberarse. Como en los ritos de iniciación, su caminata sobre el alambre la transforma, ¡puede caminar! Cihuacoatl Pescayre se vuelve una mujer bella, completa.
A través de este espectáculo quiero crear un ambiente mágico. Claro que caminar no es un milagro, basta poner un pie delante del otro y volver a empezar, pero para Cihuacoatl Pescayre es todo un reto. Contando la historia de esta mujer, trato de crear emociones variadas en el público.
La técnica circense
Mi especialidad principal es el equilibrio (alambre y pulsadas). Aprendí ésta disciplina en la escuela de circo Vertigo de Italia con Eric Angelier, Arian Miluka e Igor Matyushenko y posteriormente con cursos de formación con Claude Victoria, Pascal Angelier y Les Colporteurs. Estudié danza en el Studio Magenia y el RIDC de Paris, y con Michela Pozzo en Italia, tomo cursos con Nathalie Carsin (método Feeling). Mi espectáculo mezcla danza y equilibrismo. La estructura se alza horizontalmente entre cielo y tierra, lo que me permite utilizar el espacio y atraer al público.
